En la actualidad, el sexo anal es una práctica que muchas parejas exploran y disfrutan. El placer físico derivado del sexo anal se debe en gran parte a la densidad de terminaciones nerviosas en el área anal. Para algunas personas, esta estimulación puede llevar a sensaciones extremadamente placenteras y a orgasmos intensos. En los hombres, la estimulación de la próstata a través del sexo anal puede ser particularmente gratificante.
Además de los beneficios físicos, el sexo anal puede tener un impacto positivo en la relación de pareja. Esta práctica requiere un alto grado de comunicación y confianza, lo que puede fortalecer la relación emocional entre las parejas. Discutir y consensuar sobre los deseos y límites en el sexo anal puede mejorar la comprensión mutua y la satisfacción en la relación. La exploración de diferentes formas de intimidad sexual, incluida esta práctica, puede mantener la chispa en la relación, ofreciendo nuevas experiencias y fortaleciendo el vínculo entre las parejas.